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Amar y depender

Por Laura Valladares Roldán

En la actualidad se está dando una nueva forma de
amar y depender (Chaumier, 2006 en De la Villa-Moral et al., 2018), nos
encontramos en un momento en el que se reflexiona sobre qué es el amor, cómo
son las relaciones que tenemos y cómo queremos que sean. Desde este estado de
propensión a una mayor reflexión se ha abordado la dependencia en la pareja. El
amor se ha descrito de muchas maneras por diversos autores, desde Sternberg
(1988) como un sentimiento vital a largo plazo, hasta Giddens (2000) como amor
confluente en oposición al amor romántico, con una idea de intimidad más
alejada de la de entrega incondicional y permanente, así como Baumann también
habla del amor líquido (De la Villa-Moral et al., 2018).

Las relaciones de pareja han ido transformándose a
lo largo del tiempo, no siempre ha existido el mismo concepto o forma de
pareja, del mismo modo, el comportamiento amoroso tiene múltiples implicaciones
en el bienestar físico, psicológico y social, la pareja y la calidad y el
estilo de apego de los individuos de la relación afectan al grado y la manera
en que repercute en el bienestar de la persona. Sin embargo, el amor puede
convertirse en necesidad y llevar a la persona a ser dependiente emocional conllevando
el desarrollo de patrones de vinculación disfuncionales que pueden llevar a
mermar la autonomía personal, a sentir una necesidad excesiva del otro, y
sufrir síntomas de abstinencia en su ausencia, entre otros efectos.

Se toma como ejemplo simbólico el duelo de Artemisa:
“quien embargada por la enorme tristeza de la pérdida de su esposo mezclaba las
cenizas de éste en sus bebidas diarias con lo que experimentaba un placer
orgiástico y así se fue apagando gradualmente de duelo hasta su propia muerte”
(De la Villa-Moral et al., 2018, p. 163). En la dependencia emocional se
encuentran aspectos tanto emocionales como cognitivos, se dan creencias
distorsionadas sobre el amor con demandas afectivas frustradas, la dependencia
es una característica muy común en las relaciones de maltrato y también se da
en situaciones de violencia intrafamiliar.

Si nos preguntamos por qué se genera esta dependencia
en la pareja, desde el ámbito académico se ha relacionado con el concepto de
amor existente y todo el paquete de ideas, valores y mitos románticos que lo
caracterizan. Estas ideas se vinculan con los afectos y apegos idealizados que
se interpretan como positivos y deseables, es decir, lo que una pareja debe ser
y sentir, y que acaban dañando a todas las partes de la pareja.

El amor ideal constituye una serie de ideas
preconcebidas de lo que la experiencia romántica debe ser, incluyendo el
pensamiento de la “pareja total”, una sola pareja con la que satisfacer todas
las necesidades y aspiraciones, incluyendo la crianza de los hijos, la
compatibilidad para convivir, las aspiraciones y/o fantasías sexuales, la
compatibilidad en clave de afecto, las aficiones, ocio y rutina, hasta el
aspecto más intelectual de la pareja (Nistal, 2019, p.103-104). No todas las
personas interiorizan todos los mitos románticos ni los sienten de la misma
manera, pero sí existen personas que en mayor o menor medida viven su dimensión
romántica en estos términos y generan dependencia por sus parejas.

Desde un nivel neurológico diversos estudios
sostienen que el amor romántico estaría relacionado con el sistema de
recompensa cerebral, íntimamente relacionado con la motivación y con el placer
surgido del sexo. Por ejemplo, el síndrome de abstinencia a la cocaína es el
que presenta mayor similitud con los síntomas físicos y psicológicos
observables en personas que han perdido a su pareja por separación (Maureira,
2009, p.89). El “duelo normal” se caracteriza por una nostalgia inmensa y dolor
emocional, pero el sujeto mantiene su estructura de pensamiento, mientras que
en el duelo patológico se acompaña de delirio, deseos de muerte, grave
depresión psicótica y otros síntomas pues el duelo está teniendo un daño
estructural en el “amoradicto” (Sirvent, 2013).

Algunas características descriptivas más destacadas
de las personas con dependencia emocional son la posesividad y el desgaste
energético psicofísico intenso, la incapacidad para romper ataduras, la
experimentación de sentimientos negativos como culpa, vacío emocional o miedo
al abandono, los desajustes identitarios con pseudosimbiosis -no estar completo
sin el otro- y una frontera interpersonal permeable -Ego débil-, antecedentes
familiares de desapego afectivo en la infancia, el desarrollo de mecanismos de
autoengaño que conllevan una escasa o parcial comprensión del problema, la
tendencia a orientarse a la otra persona autodescuidándose a sí misma en el
proceso, y la orientación rescatadora con sobreprotección y pseudoaltruismo (De
la Villa-Moral et al., 2018, p.162).

Las personas con dependencia emocional sufren
desajustes afectivos en forma de sentimientos negativos como soledad, tristeza,
abatimiento, desanimo, o culpa, acompañados de un fuerte vacío emocional con
deseos de autodestrucción, un deseo irresistible de estar con la persona de la
que depende y la necesidad compulsiva de estar con dicha persona experimentando
reacciones negativas en su ausencia, sufriendo abstinencia, el vacío emocional
y la insatisfacción crónica, el miedo a la soledad y la baja tolerancia a la
frustración y al aburrimiento. Tienden al desarrollo de un deseo de
focalización en el otro, centran su atención personal en el sujeto del que
dependen descuidando sus propias necesidades, también sufren conflictos de
identidad, se acomodan en sus relaciones y dejan que otros decidan por ellos, y
no son conscientes del problema por lo que tienden a cometer los mismos errores
autoconvenciéndose -autoengañándose- en el proceso.

Un aspecto que se debe tener en cuenta es que las
personas con este problema no eligen serlo, se encuentran atrapadas en sus
propias ideas de lo que se supone que es el amor. Desde el ámbito académico es
importante profundizar en el estudio de la psicopatología del amor en las
relaciones de pareja, con un análisis integral de las emociones y sentimientos,
y el proceso de construcción social del amor, teniendo en cuenta especialmente el
papel de los significados atribuidos a los roles femeninos y el desarrollo del
amor romántico que está vinculado con la violencia en las relaciones de pareja.

Al relacionar los mitos románticos y el concepto
del amor con la dependencia emocional, se hace interesante indagar en el origen
del amor romántico que se ha interiorizado como un sentimiento natural que no
es sino un constructo social (Rougemont, 1958, 1961 en Moguillansky y Nussbaum,
2017) con implicaciones en los individuos y en la sociedad en su conjunto,
tanto de manera organizativa como en el bienestar de todas las personas.

Una muestra de cómo se interioriza el amor
romántico es tangible en los discursos románticos desde las películas, series y
libros que se consumen, donde se establece un conjunto de ideas que apoyan y
refuerzan los mitos románticos, y que posicionan la esfera romántica en el
centro de la vida de las personas, ya que la pareja “es la persona más
importante de tu vida”, o “es la persona que da sentido a mi vida”.
Especialmente en el caso de las mujeres, la pareja se convierte en una de las
metas más importantes e imprescindibles para ellas.

Sin embargo, esta no es una realidad desde la que
resignarnos a convivir con nuestra dependencia y nuestra forma de vivir el
amor. Existen profesionales especializados que desde la Sexología pueden ayudar
a vivir el amor de otra manera donde las personas no se pierdan a sí mismas, y
puedan seguir compartiendo con las personas que quieren.

 

Referencias bibliográficas

De la Villa-Moral, M., Sirvent, C., Ovejero, A.,
& Cuetos, G. (2018). Dependencia emocional en las relaciones de pareja como
Síndrome de Artemisa: modelo explicativo. Terapia psicológica, 36(3),
156-166.

Maureira, F. (2009). Amor y adicción: comparación
de las características neurales y conductuales. Revista Chilena de
Neuropsicología
, 4(2), 84-90.

Moguillansky, R., y Nussbaum, S. (2017).
Bienestares y malestares del amor en la pareja moderna. Psicoanálisis,
39(3), 471-500.

Nistal, T. A. (2019). ¿Poliamor, amor libre o en
libertad? Potencialidades y dificultades. MLS Psychology Research, 2(1).





































Sirvent, C. (2013). ¿Existe la adicción al amor?.
XX Symposium sobre “Avances en drogodepencias”. Recuperado de
http://fispiral.com.es/wpcontent/uploads/2016/04/Existe_-la-adiccion-al-amor.
pdf.

Laura Valladares Roldán

Escuela de Educación Sexual